Para ello utilicé unas fotos de un viaje a parís que hice con mi chico, en el que nos pegamos el lujo de hacer una excursión de un dia a brujas (en realidad, el dia te lo pasabas en el bus para llegar, y en brujas apenas estuvimos 3 horas). Nos lo pasamos genial, con esas casitas sacadas del cuento de Hansel y Gretel, y los canales que atraviesan la ciudad, llena de barquitas con turistas enloquecidos con sus cámaras de fotos... vamos, otros como yo!
Este fue el resultado:
El fondo está creado a partir de un papel en tono marrón liso, y fuí añadiendole brushes de hojas de distintos tonos para que diera el aspecto de otoño.
Por mucho que me guste el diseño, prefiero poder tocar el papel, jugar con las texturas, y tener ese miedo a romperlo, mancharlo, o estropearlo, no sé como explicarlo, pero el scrap tradicional me aporta una satisfacción que no me da el digital.
El resultado quedó bastante mono, pero después de acabarlo se me planteó la eterna duda, aún sin responder de... ¿¿Y qué hago con esto ahora??
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